Ve Contranatura
Practicar deporte es una anomalía.
En estado salvaje no existe el deporte como lo concebimos hoy día.Es exclusivamente propio de civilizaciones humanas.Ningún tigre asiste al gimnasio y ningun guepardo hace series en la pista de atletismo para ser mas rápido.
Los seres humanos evolucionamos en un entorno muy hostil, donde la actividad física es fundamental para la propia supervivencia.
La vida no domesticada es tremendamente dura.
Simplemente la recolección de frutos implicaba largas caminatas por terreno mas o menos abrupto. La recolección de raíces implicaba cavar para desenterrarlas con herramientas manuales bastante rudimentarias, La caza exigía rastreo, persecución y porteo del «botín», y simplemente construir un refugio o cortar y portear leña era una actividad física lo suficientemente intensa para que el humano medio de hoy en día tuviese que parar a respirar cada pocos metros.
El explorador Cabeza de Vaca describía a los indios nativos americanos como «magnificamente bien formados, enjutos, muy fuertes y muy ágiles».
Henry Savage, pintor explorador y antropólogo, describia a los indios Borono del amazonas de la siguiente manera:
«Tenian pechos poderosos, con costillas bien cubiertas por carne y músculo.Con su piel de tonalidad amarillo oscuro, su aspecto recordaba a aquellos bellos torsos de bronce.La zona abdominal en ningún caso era excesivamente prominenete, probablemente porque disfrutaban de una buena digestión, y también porque cada día hacían una buena cantidad de ejercicio.El detalle del curpo era perfectamente equilibrado.Los brazos eran fuertes, pero con muñecas hermosas y bien formadas, exquisitamente modeladas, como las demás articulaciones de sus miembros.El gran refinamiento de su raza se distinguía igualmente en la forma de sus piernas, maravillosamente modeladas, sin un solo gramo de carne superflua, y con tobillos finos»
Incluso si pensamos en nuestros antepasados como agricultores y ganaderos de antes del acceso a la maquinaria agrícola podemos ver como la actividad física intensa era parte de la vida diaria.Muchas de aquellas gentes de campo podían hacer mas fuerza con sus manos que muchas personas de ahora con unas tenazas.
Indudablemente el mayor salto se ha dado en los últimos 50 años.
La era de la «Alimentación» industrializada.
Lo mismo nos ocurre con la alimentación.
Una sociedad cazadora recolectora vive de lo que la tierra dispone en ese momento. En la propia naturaleza no existen los dulces ni las grasas como las conocemos hoy dia ni en semejantes cantidades. Los frutos son pequeños y amargos, los tubérculos fibrosos, los cereales están recubiertos de una fuerte cáscara,las carnes de animales salvajes son más magras y los alimentos extremadamente dulces como la miel solo están disponibles en una época muy concreta del año.Podríamos decir incluso que no existía ese concepto de «fruta de temporada» porque solo habia la que tocaba en cada momento.Hasta hace poco era así.
La globalización ha conseguido que tengamos frutas tropicales en Noruega en pleno invierno y nuestras verduras preferidas durante todo el año. Aunque aparentemente es una cosa «buena», lo que ocurre en realidad es que esos vegetales maduran fuera del arbol/planta y tienen muchísimos menos nutrientes que los de hace unas décadas.Cualquiera que disponga de huerto, o incluso que haya viajado a paises menos desarrollados habra podido comprobar que el sabor de la fruta es mas intenso.
Podríamos hablar también de la manera en que se nutre esa planta. Ya no es rentable aquella rotación de cultivos ni el abono orgánico. Hoy se esquilma el suelo mientras se abona con fertilizantes que son básicamente potasio, nitrógeno y fosforo, dejando el suelo sin aquellos nutrientes que se aportaban en aquella agricultura tradicional.
El mono vestido
Esencialmente esto es lo que somos. Por fuera, somos un humano mas o menos atractivo, con ropa mas o menos cara. Por dentro seguimos siendo unos pobres homínidos con pantalón.
Estamos diseñados para nuestra propia supervivencia en un mundo hostil. El calor, un buen refugio o comidas altamente calóricas pueden garantizar la supervivencia de un humano en un mundo en el cual ninguno de éstos abunda, por eso nuestro cerebro busca esto continuamente. El circuito de la recompensa funciona a la perfección en este sentido recompensándonos con una oleada de placer cuando conseguimos una de éstas. Por lo cual, en nuestra civilización de abundancia actual, si dejamos al sistema límbico sin frenos y no metemos algo de racionalidad por en medio, acabamos consumiendo comida basura, cambiando nuestra sesión de ejercicio diario por una sesión de sofa, peli y cafe con dulces, o comprando cosas bonitas pero inútiles, que no necesitamos para nada en nuestra vida diaria.
La salud exige responsabilidad.
En resumen:
-En la naturaleza salvaje la actividad física es obligatoria para garantizar la supervivencia del individuo. No hacerla implica no obtener comida ni calor y estar a merced de los peligros de la naturaleza.
-En la naturaleza los alimentos calóricamente densos no abundan y si están disponibles exigen una gran cantidad de energía para poder disponer de ellos. Vease la caza, por ejemplo.
-Los alimentos modernos están seleccionados para que tengan mas azucares disponibles(frutas) o se les añade azucar, sal o grasa para que sean mas palatables y atractivos para esa parte límbica del cerebro.
Juntemos nuestra predilección por una vida cómoda(en una vida físicamente exigente el hecho de poder descansar es un lujo necesario) y nuestra predilección por esas fuentes de grasa, azúcar y sal, con una vida exenta de actividad, donde hay «comida» abundante de nuestras características «preferidas», y tenemos el cocktail ideal para una vida de enfermedad y fármacos hasta el día de nuestra despedida y expansión por el universo infinito.
Como suele decir Jocko Willink, la disciplina es libertad. Quitar los frenos a tus deseos te hace esclavo del sistema límbico del cerebro. Un pastelito ocasional o una hamburguesa con amigos de manera esporádica no te matará, pero ocasional o esporádico no son sinónimos de diario. Es más problemática la dosis cuando se trata de un hábito(En las ciencias de la salud, particularmente en las ciencias del comportamiento (la psicología), se denomina hábito a cualquier conducta repetida regularmente).Basta con echar un vistazo a muchos carritos de la compra en el supermercado para darse cuenta de que hay mucha gente para la que desayunar bollería industrial diariamente o refrescos azucarados es el día a día de muchas familias.
La salud no es un derecho garantizado. Todo el mundo tiene derecho a estar saludable pero la salud tiene un límite de pecados que puede tolerar, y nadie sabe cual es el límite personal de cada uno. Todos conocemos gente que se maltrata y aparenta de buena salud. Pero son solo unos pocos. Tu no sabes si tienes la misma genética y algunos problemas de salud son reversibles, pero otros no.Hay que ganarse ese derecho.
Tomar consciencia de lo importante de la alimentación saludable y el ejercicio físico es el primer paso hacia la salud plena. No es negociable. Va mas allá de la estética. Hablamos de ausencia de enfermedad y funcionalidad plena. Nadie quiere vivir hasta los 90 años postrado en una cama sin reconocer a sus seres queridos.
Nadie elegirá tu comida por ti. Nadie hará ejercicio por ti. Tu tienes la llave de tu destino y tus decisiones reflejarán tu yo del futuro.
No es fácil, porque va contra tu propio diseño y es negar tu esencia natural en un mundo antinatural. Si no puedes o no sabes cómo, pide ayuda, pues solo tienes un cuerpo y no abundan las segundas oportunidades.
A muchas personas les pareceremos extremos, pero a nosotros lo que nos gustaría es ayudaros a morir jóvenes lo mas tarde posible. Vuestros seres queridos os lo agradecerán.